Contaminación de Pilcomayo genera reacción internacional

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El río recorre Argentina, Paraguay y Bolivia. Es la principal fuente de agua dulce y alimento para muchas poblaciones asentadas en sus orillas y áreas de influencia. La empresa minera responsable del hecho está expuesta a perder su licencia de operaciones.

La grave contaminación del río Pilcomayo, ocurrida el 4 de julio pasado, por un derrame de 30.000 metros cúbicos de colas, producto de la actividad minera en las regiones colindantes a su curso, ha puesto al descubierto la ausencia del control del Estado en la actividad minera.

El río de 2.426 kilómetros drena una cuenca de 270 000 km² y recorre 3 países de la cuenca del Plata: Argentina, Paraguay y Bolivia. Es el principal curso y fuente de agua dulce y alimento para muchas poblaciones asentadas en sus orillas y áreas de influencia. El exministro Dionisio Garzón considera que la remediación del impacto medioambiental será muy difícil. El expresidente de Comibol, Héctor Córdova, dijo que la empresa minera Apóstol Santiago, responsable del hecho, está expuesta a perder su licencia de operaciones. Tanto Garzón como Córdova recomendaron al Gobierno activar una inmediata valoración del daño ambiental que preocupa a Argentina y Paraguay, que demandaron explicaciones al Gobierno boliviano.

El ministro del sector, César Navarro, ha admitido que el Estado no controla los diques de colas y calificó de grave incidente no solo por sus implicaciones en la salud de la población ribereña, sino porque es el principal curso y fuente de agua dulce y alimento para muchas poblaciones asentadas en sus orillas y áreas de influencia.